jueves, junio 29, 2006

Un recuerdo con nuestro general Zapata


Dice la leyenda que nuestro General Zapata, luego de esta foto, mandó a fusilar a todos los reporteros gráficos que pillaron desde Sonora hasta Yucatán. La razón para ello, es que no quería que nadie pudiese siquiera ver la imagen de la bella Dolores Reynoso, una de sus más desconocidas enamoradas. Otras versiones señalan que la matanza fue sólo un error de apreciación, ya que preguntó a su lugarteniente si la gente tenía cargada su arma. El imbécil le dijo que sí, y ordenó disparar al regimiento de fotógrafos en medio de la batalla de Tres Nevados (1914) y ese error produjo 130 fotografos muertos y 840 de las mejores fotografías de guerra de la historia.
(De la Enciclopedia Mundial Brönstein. Santiago, 2006)

miércoles, junio 28, 2006

Un cuento

La mujer del vestido rosa dijo que sería honrada: la primera que hizo algo así fue una señora de unos ochenta años que había jurado por la sombra de su finado esposo que sólo la sacarían de la casa con los pies por delante, y así fue que los carabineros la encontraron en el umbral de la puerta vestida como para una fiesta y tiesa como un fiambre.
Lo interesante es que desde esa fecha, hace cuatro años, todos los arrendatarios que se han atrevido con la casa, explica la señora de rosa, y que han dado fecha para el cese del contrato, han encontrado la muerte en alguna de sus formas.
Como el profesor que a un mes de entregar las llaves de la casa, fue hallado colgado en el baño, algunos dicen que por un problema amoroso (y lo fue, no crean lo que dicen que estaba con depresión, o algo así, no, sino pregunten por los furtivos pasos nocturnos de una colegiala que aparecía en las mañanas con su bolso y su jumper); o la pareja de recién casados que habían decidido ir a vivir al sur y que en el viaje hacia esta oficina se encontraron con dos toneladas de fierros amarillos que los despacharon violentamente en esa esquina, allí en donde ven el poste medio doblado.
Entonces, ya que he sido suficientemente honrada con ustedes, dice la señora de rosa, mirando a ambos de hito en hito, pregunta ¿cuánto tiempo piensan arrendar la casa? La señora mira a su esposo con ojos de miedo y abre la boca para decir que habíamos pensado estar...

Eso de sentirse feliz

Bastó que en mi messenger colocara "Completamente feliz" para que inmediatamente todos mis amigos y colegas y conocidos/as que estaban en línea prácticamente me asaltaran con preguntas, ideas y reflexiones. Una de las más recurrentes era su total y absoluta sospecha que mi vida sexual había dado un giro agradable (o sea que me acababa de planchar a alguien), o que por lo menos había caido en estado de gracia en algún escondrijo, en lo oscurito, dándole y dándole.
Y entonces el pasmo que tantas veces se me viene, porque simplemente había sido un buen día, y ya saben cómo me ponen un dia gris y nublado, con buena música en los oidos y con unos cheques en el bolsillo. No había nada más, lo juro.
Entonces esa noche caigo en cuenta de lo peligroso de andar feliz por la vida, como si no fuera natural, o deseable. Ciegos y sordos a la voz de la alegría que nos llama desde hace tiempo, vivimos temerosos de dios, esperando lo peor, aguardando que a la vuelta de la esquina aparezca la violencia y el dolor y nos recuerde que no merecemos eso, que es necesario sufrir y mucho para alcanzar el reino de los cielos.
Sorry. De repente me siento así. A la próxima, como les molesta tanto, no diré nada y jugaré con las mariposas que siento en el pecho.