lunes, julio 30, 2007
Si, respiro y me alegro
Escrito por Hiro Nakamura a las 10:37 p. m. 11 han subido al balcón
martes, julio 17, 2007
¿Aló, Houston?
Escrito por Hiro Nakamura a las 2:09 a. m. 7 han subido al balcón
miércoles, julio 04, 2007
Correo desde la interzona
Escrito por Hiro Nakamura a las 11:07 p. m. 5 han subido al balcón
sábado, junio 23, 2007
Pum! right between the eyes
Ya, podemos ir a Wikipedia ("..una persona normalmente se convierte en héroe al realizar una hazaña extraordinaria y digna de elogio... Las hazañas tradicionales son exterminar monstruos y salvar a gente de una muerte segura... A veces una persona real puede alcanzar suficiente prestigio como para convertirse en un héroe en la mente de la gente"). Pero es aburrido, y no es exactamente lo que busco.
Acerca de esto, hace algunos años, mientras vivía con la que era (en esa oportunidad) mi pareja, ocurrió que descubrimos un robo inmenso de plata por parte de los administradores, en colusión con los directivos de la comunidad del edificio. Ella tomó el toro por las astas y, asociándose con otro vecino re empeñoso y buena onda, hicieron la campaña, lograron echar a los directivos podridos y acusaron ante la justicia a los administradores ladrones.
Como periodista, además de observar y toma nota, decidí ayudarles tanto en la cruzada para echar a los cumas y después en su gestión como directiva. Fue ahí que me salió la explicación, que algunos años después me serviría para analizar un par de cosas que me sucedieron.
Me explayo. Estamos que los actos heroicos suceden en situaciones límite, en decisiones que exigen sacrificio y, especialmente, pasar por sobre temores y normas para lograr un fin mayor. Pero son "actos", es decir, son actitudes que surgen cuando el diente es feroz y es necesario ponerle la cara a la parca. No hay tal cosa como una "vida heroica" o una "persona heroica" cien por cien. No. Son las circunstancias las que generan al héroe. Si no imaginen qué hacía Aquiles mientras no estaba en combate (sirviéndose a algún efebo, seguramente, mira que estos griegos la llevaban si hablamos de desgenereques).
Entonces, tenemos que la gente puede ser heroica y hacer la diferencia. Pero cuando termina la circunstancia volvemos a nuestra situación cotidiana, al día a día.
Y ahí está la explicación, por ejemplo, de nuestra desazón luego que le ganamos al viejo y volvimos a la democracia (fueron generaciones de héroes que, de repente, se quedaron sin objetivo); de que cuando esa directiva de la que cuento este cuento, tuvo que enfrentarse a la cobranza y a la administración quedaron destrozados y maltrechos; de que en cierta ocasión una amiga (a quien todavía quiero mucho) me sacó de su vida, simplemente porque me necesitó como héroe, pero después comenzó a buscar algo normal, alguien normal.
Los otros, los normales, son los que denomino alegremente como “operadores políticos”. Son los administradores de la vida cotidiana, los que se preocupan de las cuentas, de obtener cosas de la vida con un esfuerzo diario, son en suma, quienes se encargan del 90 por ciento de la vida.
Fuck!, debo comenzar a pensar de una de las dos formas, porque si no estaré perdido. Ser heroico implica andar buscando problemas y ser un político es entero de fome. Sin embargo, ser periodista tiene su lado malvado (el evil twin): eres un observador, y como tal estás fuera de la esfera, o sea en la tercera vía.
¿Héroe o político? Buena la tengo.
Escrito por Hiro Nakamura a las 9:40 p. m. 5 han subido al balcón
martes, junio 19, 2007
Así me gustaría que fuera
*Como la encontré, terminaré con esta época romántica y me dedicaré a cosas más heavy. Ya verán.
Escrito por Hiro Nakamura a las 1:57 a. m. 4 han subido al balcón
Un minuto de silencio
Se abre el silencio
Nace el ruido del silencio.
Hay un dedo que mágico aprieta el switch
Apagando
Desconectando las luces
El pequeño
Sutil
Mínimo intento
Se detienen las cosas
Y los vasos que caen se quedan en el aire
Mientras en las esquinas nace la maravilla
La cara de ella que me mira
Y yo que la miro
Y el estremecer del corazón
Y dale pensar
Ven y dame un beso
Quiero darte un beso
Y se escucha en este silencio
Algo parecido en tu cara
Y no hay momento más perfecto
Como cuando me miras como atravesándome
Acercando mi nariz para entrar en tu mundo
Y no te niegas
Acerco mis manos a tus manos
Y no hay impedimento
La muralla amable que te cubre
Que nos protege de la lluvia
Que nos abraza
Igual como te abrazo
Y es como el cielo
Es tan delicioso que estemos así
Luego de tanto
Tanto tiempo
Susurro tu nombre
Susurras mi nombre
* Prometo no volver a ser tan flojo como para postear cosas viejas. Je. Gracias a los amigos/as que dejan sus mensajes.
Escrito por Hiro Nakamura a las 12:36 a. m. 2 han subido al balcón
sábado, junio 16, 2007
Fuck !! Refuck !!
Escrito por Hiro Nakamura a las 9:53 p. m. 3 han subido al balcón
martes, junio 12, 2007
Roland y el Amadís en Birmania
Escrito por Hiro Nakamura a las 3:45 a. m. 3 han subido al balcón
jueves, junio 07, 2007
Un viejo poema
Como hay que cerrar círculos (en eso estamos) y la rabia es grande, reencuentro un libro que editamos con unos amigos hace más de diez años y este poema que cae como anillo al dedo.
Escrito por Hiro Nakamura a las 4:00 a. m. 6 han subido al balcón
miércoles, mayo 30, 2007
Otra traición (y ahora con alevosía)
La respuesta de uno de los estudiantes fue tan "profunda" que el profesor quiso compartirla con sus colegas, vía Internet, razón por la cual podemos todos disfrutar de ella.
Pregunta: ¿Es el Infierno exotérmico (desprende calor) o endotérmico (lo absorbe)?
La mayoría de estudiantes escribieron sus comentarios sobre la Ley de Boyle (el gas se enfría cuando se expande y se calienta cuando se comprime).
Un estudiante, sin embargo, escribió lo siguiente:
"En primer lugar, necesitamos saber en qué medida la masa del Infierno varía con el tiempo. Para ello hemos de saber a qué ritmo entran las almas en el Infierno y a qué ritmo salen. Tengo sin embargo entendido que, una vez dentro del Infierno, las almas ya no salen de él. Por lo tanto, no se producen salidas.
En cuanto a cuántas almas entran, veamos lo que dicen las diferentes religiones. La mayoría de ellas declaran que si no perteneces a ellas, irás al Infierno.
Dado que hay más de una religión que así se expresa y dado que la gente no pertenece a más de una, podemos concluir que todas las almas van al Infierno.
Con las tasas de nacimientos y muertes existentes, podemos deducir que el número de almas en el Infierno crece de forma exponencial. Veamos ahora cómo varía el volumen del Infierno. Según la Ley de Boyle, para que la temperatura y la presión del Infierno se mantengan estables, el volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas.
Hay dos posibilidades:
1. Si el Infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de almas, la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que éste se desintegre.
2. Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la de la entrada de almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el Infierno se congele.
¿Qué posibilidad es la verdadera?:
Si aceptamos lo que me dijo Teresa en mi primer año de carrera ("hará frío en el Infierno antes de que me acueste contigo"), y teniendo en cuenta que me acosté con ella ayer noche, la posibilidad número 2 es la verdadera. Doy por tanto como cierto que el Infierno es exotérmico y que ya está congelado. El corolario de esta teoría es que, dado que el Infierno ya está congelado, ya no acepta más almas y está, por tanto, extinguido... dejando al Cielo como única prueba de la existencia de un ser divino, lo que explica por qué, anoche, Teresa no paraba de gritar "¡Oh, Dios mío!
Dicho estudiante fue el único que sacó "sobresaliente”
Escrito por Hiro Nakamura a las 4:01 p. m. 2 han subido al balcón
viernes, mayo 25, 2007
Esperando a la policía
Escrito por Hiro Nakamura a las 4:17 p. m. 3 han subido al balcón
jueves, mayo 17, 2007
El libro de las preguntas y las respuestas
- De las flores que se comen, prefiero el arroz y las alcachofas.
- Palta por sobre huevo.
- Marraqueta, siempre.
- Y si inventaran la pastilla para el olvido, se te olvidará todo?
Escrito por Hiro Nakamura a las 11:35 p. m. 2 han subido al balcón
martes, mayo 08, 2007
Mi propio Aleph
"Hay uno y mil rayos que salen de la bombilla que cuelga en medio de mi habitación. En realidad es la maravilla del electrón (e-) que salta y salta en el filamento que observo tirado en mi pieza, esperando que el bendito tungsteno o el wolframio (W) dentro del nitrógeno (N) se canse y proceda al mortal retorcijo, a girar sobre sí mismo, cual dualidad con la antimateria en su eje de destrucción (e-+e+).
Ese momento es el que aguardo, el instante en que la mismísima materia ya no quiere nada más con esos usos normales, mundanos, y que rechaza seguir sirviendo para cosas tan poco útiles como ser filamento de ampolleta e ilumino a este tipo y las cucarachas que lo rondan y toda su miseria mírenlo ahí tirado con la basura a su costado, sin ganas de apagar la luz, lamentándose de sus miserias, tan rodeado de libros.
Espero poder asistir, ser testigo de la mínima torsión (t->) del metal, del micro segundo (ms) que en cualquier instante (T) me dará la posibilidad de historiar lo único (1), lo nunca visto, conocimiento secreto para las miradas veloces (v->) de la calle, de las micros (476 o 430) o del metro, costumbres de ir y pasar por encima, ir y dejar que lo oculto esté allí, sin escuchar los lamentos de nuestros deudos, de los muertos que se apelmazan en los pavimentos, sin ver la mueca horrible de la cordillera que no disimula tras de la niebla sus ganas de borrarnos del mapa hijos míos venid y vamos todos.
Es la partícula (e-) que agradece el poco tiempo de vida y que sale de la interacción (fuishh) y que agarra directo hacia afuera, apretando a su paso a tantos hermanos que tengo por acá, y salir despedido a millones de kilómetros por hora desde el horno de la estrella y ya estás en la lengua de fuego que no es el fuego que tú conoces, sino que es algo más básico, es lo primero, la mismísima fuerza creadora, la mano de Dios sin duda.
Y ella que sabe que pertenece a otro mundo, que es parte de eso que llaman el sin sentido, mientras viaja velozmente por el vacío y mira que bonito está todo tan lleno de estrellas tan espacio exterior que le llaman (¿y de dónde saqué eso?).
Sí, de dónde saqué eso, saber que no soy más que una partícula acá viajando feliz por el éter, de que hay felicidades mayores que cualquiera que ustedes puedan conocer, que el resumen de la vida puede estar acá dentro de mí, y que por eso vivo menos de un segundo, o un poco más si no es que aparece mi contraparte (e+), la materia que me anula y que me hace ser pura energía (E) por fin gracias a lo de Einstein (e=mc2), tú sabes.
Es en este vagar que giro y giro sobre mí mismo (spin 1/2), como una loca perinola, y a esta gran velocidad (km/h) me doy cuenta de que voy hacia ese punto tan brillantito que ahora comienza a ser azulado y que viene hacia mí creciendo creciendo, y hay muchos de mis hermanos acá, no me había dado cuenta, y ellos también tienen la mirada perdida y sé que están llenos de lo mismo, de pura fuerza divina, de síntesis masiva, de todo en un solo punto.
Ahora veo bien esa bola azul, que ya cubre toda mi visión, qué bonita se ve de acá arriba (de nuevo ¿de adónde saqué eso?). Epa, miren vienen hacia acá varios gordos átomos, qué tal señores, con permiso, permiso.
Bueno, en qué estaba, ah sí, todo el universo comprimido. Como cuando tomas un archivo en el computador y lo comprimes a la mitad, y luego a la mitad, y así a la mitad hasta la eternidad, hasta que no quede más que algo ultra compacto que tiene entidad propia.
Lo siento, siempre me voy en estas voladas, justo cuando aparece el mar, miren el mar le digo a mis hermanas y eso tan gris que debe ser lo que llaman montañas y acá viene el humo, permiso, humo y edificios y miren esa casa un techo, una habitación y mis hermanas que rompen el filamento de una bombilla, que bien saben es tungsteno o wolframio (W) y miren a ese tipo pero si le voy a pegar en la cabeza, adiós, qué locura señor...
En la pieza de un viejo edificio, en medio de la oscuridad un hombre, que resulto ser yo, abre los ojos. No sabe por qué, pero la vida vuelve a tener sentido".
Escrito por Hiro Nakamura a las 1:47 a. m. 0 han subido al balcón
lunes, mayo 07, 2007
Vamos a traicionarnos un poco
Escrito por Hiro Nakamura a las 4:52 p. m. 0 han subido al balcón
jueves, mayo 03, 2007
Guardian del Abismo Insondable
Escrito por Hiro Nakamura a las 2:52 p. m. 3 han subido al balcón
miércoles, mayo 02, 2007
Una vista del continuum espacio/tiempo
Un texto de hace mucho tiempo, que (vaya cosa) no pierde su actualidad. A ver si les hace click y me sorprenden (porque ciertamente no es para una mujer, o sea, sí lo es, pero no es de carne y hueso).
Trescientas noches con sus días demoré en quitarte de en medio. Trescientos amaneceres llenos de vino tuvieron que pasar para detener, alguna vez, el eco de tus labios que siguen y seguirán repitiendo -una y otra vez- algo acerca del sinfín de jornadas soportando nuestros inútiles intentos de tregua, los empeños de calmar nuestras hostilidades con un amable ponernos de acuerdo, sabiendo que se yergue el adiós inevitablemente -aunque no lo quieras-, el que se queda en una esquina de la habitación de mis deseos como una cucaracha silbando en la penumbra los temores que nos llenan, a la vez que estira sus garritas para comenzar a crecer y usar su poder sanador, ese bálsamo que limpia y conforta, esa libertad de no tenerte, de no saberte más.
Un abrazo y decir que te quise y que tal vez nos veamos de nuevo (de nuevo las mentiras), justo cuando aparece la certeza de que los sentimientos se liberan de algo, de algo inexpresable, de esa marmota que tanto tiempo ha dormido en mis intenciones. Tal vez sea el saber que nunca voy a cumplir con tus sueños y tus deseos, o la antigua noción de la inevitable y mortal seguridad de que tú no eras, de que todavía no aparece la ausente, esa mujer de siempre, que no fuiste ni tú ni ninguna que haya aparecido hasta ahora.
Un abrazo y despedirse. Un adiós a una mujer y a su mundo de necesidades, un adiós tanto a la abstinencia de siglos como a barajar la posibilidad de que no me importes, que de verdad me costaba reconocerlo pero me importas un comino y prefiero quedarme así.
Pero por sobre todo alejarme definitivamente del viejo truco de negar nuestro amor propio, incluso los sueños tejidos de obsesión, para aceptar el solapado interés, el verdadero (y también denominado) egoísmo, el puro y duro egoísmo de tu lado de la mesa, ese tuyo tan femenino, ese montón de carne e ideas que demanda que acepte tu dolor (el tuyo) como mío (mi dolor). No sé si me explico. Aceptar tu corazón como mío, como si no tuviese uno, aceptar tu mente como mía, como si no tuviese una, y aceptar -finalmente- tus sueños como míos, como si no tuviese unos cuantos guardados por allí.
Y ahora viene el juego de nuevo. Esa extraña danza de las mentiras que sabes que existen para estos casos, las patrañas históricas, los viejos trucos de payaso. Mirar los ojos que miran a tus ojos y tomar los hombros con un gesto en extremo cuidadoso, ni muy cariñoso, ni muy lejano. Un aire dramático y, justo cuando comienzas el movimiento del poder -ese que te perturba: acercar a la otra persona, haciendo que su diferencia de distancia tienda a cero-, vuelves a saber que nada pasa, que es una costumbre, una maldita ficción, y aunque tratas de decir que esta vez no, esta vez eso tibio de mi pecho tendrá un genuino uso, saldrá como un torrente y entrará en tu cuerpo, y te aprieto y aprieto y nada, absolutamente nada.
Pero allí están esas infinitas conversaciones y las infinitas soledades (que de una u otra forma son más numerosas y más reales que las esperanzas, esas flacas sin sabor), la permanencia de lo que hablas que te empieza a dar vueltas, como la conciencia, con interiores voces a coro de haz lo correcto contigo mismo, y esperas que te empiecen a soltar, que tú empieces a soltar (por un asunto de tiempo interno, de timing natural) y caer de nuevo en el truco del lenguaje para hacer que por nonagésima vez salga el ángel, quien hace que algo-de-en-medio-de-nosotros (de este abrazo) se aleje y nos limpie, y cubra con sus alas la ciudad que se desmorona en mi perdición para que en medio de tu y mi silencio te diga adiós para darme vuelta y salir huyendo, sintiendo que cada día soy un poco más, sólo un poco más desgraciado y que nunca podré ser un hombre normal como esos que te gustan.
Escrito por Hiro Nakamura a las 12:57 a. m. 1 han subido al balcón
martes, abril 24, 2007
Declaración de principios (ampliada)
Todos nacemos más o menos iguales en cuanto a la capacidad de hacer imbecilidades. Hay algunos que son más eficientes que otros, pero al final siempre la estupidez vence. Es por eso que tenemos la tendencia a destrozar nuestro futuro, a dejar que las cosas sean más importantes que nosotros y que tengamos el derecho a endurecer la mollera. En esta lucha de larga data, hemos encontrado potentes y eficientes formas de hacer mejor esta labor.
Principio de Autonomía
Yo no puedo saber lo que piensas, a pesar de que conozca tu comportamiento. Debido a que no tengo superpoderes, es necesario que me digas todo, que me expliques tu mente. Como no puedo ser tú, ni viceversa, nos ahorraremos tiempo, saliva y lágrimas si logramos comunicarnos con la verdad, por más brutal que sea.
Principio de Equidad
Todos tenemos derecho a que nos hagan cariño, a tener un solo y puro momento de tranquilidad y sentir la piel del otro sin mayor apuro que esperar la hora de la cena, el almuerzo o el desayuno.
Principio de diferenciación
Hay tres tipos de personas en el mundo:
- Los que nacen en la luz y son luminosos; son los grandes amigos, los que le dan partida al motor de la vida, como son energía sin control llenan de felicidad a quienes están con ellos. Lo mejor de ellos/as es que no se dan cuenta de que van por la vida iluminando.
- Los que nacen oscuros y aman la luz; somos los más, pobres seres nacidos del barro primigenio, hemos desarrollado ojos para buscar y entender lo bueno de lo bello, de la luz. Enamorados de la luz, vamos por la vida tratando de hacernos merecedores de tanta bendición.
- Los que nacen oscuros y odian la luz; son los imbéciles del cuento, odian lo bello, aborrecen de la felicidad y sólo encuentran un poco de respiro cuando el mundo entra en caos.
Principio de las cosas
Dios existe, el problema es que hizo el universo y se fue de vacaciones.
Principio universal del dolor sin fin
El camino hacia la felicidad es intrincado, tiene curvas y peraltes, subidas imposibles y bajadas en donde hay que enganchar la máquina. Y lo peor es que hay veces que no tiene fin.
El camino del dolor y la pena es directo, carretera exclusiva, sin salidas y siempre llegas a destino.
Principio elemental de la belleza
Lo ético es lo estético, lo estético es lo ético
Principio de desigualdad
Tu placer es más importante que el mío, porque me conozco y sé cómo obtenerlo. Déjame ser un instrumento en tus manos.
Principio de exclusividad
No existe la maldad, que al final sólo es la visión de lo contrario de la bondad. Así como no hay buenos perfectos, no existen los malos verdaderos. Todo lo que nos parecen actos de maldad no son más que insulsos intentos de un imbécil por hacer una estupidez.
Principio genealógico
Si Luis y Mirta son mis padres biológicos y emocionales, Julio y Marguerite son mis padres intelectuales.
Principio de Van Gogh
"La miseria no terminará nunca"
Teorema universal de Silvio
"No amar en seco"
Teorema específico de Silvio
"Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí"
Tesis del cinéfilo
Grand Moff Tarkin era más malo que Dart Vader. Nicky Santoro es dios. Bruce Lee rules.
Tesis de Kuntsmann
La única mujer que te entiende y te amará hasta el fin es la botella.
Teorema de prioridades cinematográficas I
La mejor película de la historia es Blade Runner, punto. La peor aún está por hacerse.
Teorema de prioridades cinematográficas II
Si no hay un momento que te emocione, la película vale hongo.
Tesis heroica televisiva I
Anthony Bourdain, Dr. House y Hiro Nakamura la llevan.
Tesis post Parodi
"No existe vida alguna en mi cuerpo". Drácula tenía razón, así quedé.
Teorema del sudor
No esperes más de lo que mereces, la suerte no existe. Lo que hay son posibilidades que se abren a tus pies, si eres capaz lo tomas, si no, le echas la culpa a la suerte. Todo lo que te mereces lo empiezas a construir ahora.
Teorema de los años perdidos
Mi vida se mueve en ciclos definidos y que he logrado establecer: 8 años. Cada ocho años me hacen pebre el corazón, cada ocho años tengo la posibilidad de ser alguien, cada ocho años el mundo me deja de lado.
Epigrama de Plaza
"No me pidas más de lo que puedo dar"
*Gracias a todos por la ayuda. Se viene una segunda parte.
Escrito por Hiro Nakamura a las 5:09 p. m. 9 han subido al balcón
lunes, abril 09, 2007
Nothing but the truth
Escrito por Hiro Nakamura a las 12:59 p. m. 2 han subido al balcón
martes, marzo 13, 2007
No women no kids
Pero es diferente cuando la gente que te conoce, y que son los marcianos que te quieren, y que de una u otra manera es la tribu que haz formado en la ciudad, comienza a saber que eres el amigo que escribe y empiezan a tratarte como si se te notara el bulto bajo la casaca, como si de verdad tuvieses la punto35 lista para disparar asesino, francotirador sin remordimientos, siempre listo a tirar a quemarropa, mirando de reojo en la calle, siguiendo la huella de alguien, de la víctima inocente que está allí en el pasillo de la estación, ridículo en su pequeño mundo, desnudo ante mí, arrepiéntete perro.
Entonces está la desconfianza, sobretodo de los que tienen mucho que perder, los que se han forjado una vida de impresiones, de falsos éxitos, de pobres simulacros de riqueza, y se esconden en la pretensión, en la prepotencia, miserables llenos de temor.
Pero también es perverso esto que he aceptado tan como okey, como natural, no problema. Porque también entro en el juego de verme como desde fuera del partido, pasando las calles y la gente desde adentro de la pecera, siempre con un vidrio entre ellos y mi pequeño y privado mundo de acá adentro, el mismo que intento destruir con mi arma, con la Smith & Wesson.
Y el vidrio se va empañando. Al principio era transparente, y en las conversaciones sin fin con los grandes de juventud comencé a sentir que ya todo comenzaba a rebotar, a perder velocidad cuando se me acerca y que poco a poco me transformo en un espejo, en un envoltorio que refleja, y que no deja pasar, no deja que la luz sea la luz.
Y luego es eso, Jacobo, de andar como pisando algodones y te vas hundiendo hundiendo y no sabes si estás bien o estás mal cuando por las mañanas tratas de levantarte y sientes que todo está bien y guas, que todo viene como una avalancha, saliendo del clóset, colgados de sus perchas y soy yo mismo que nazco una vez más cargado con estas armas, estas balas que a nadie matan pero que me alejan tanto de ustedes si ya ni me nombran ni cuentan lo que les pasó, marcianos, sólo por el temor del gatillo de la palabra de lo que soy.
No women no kids, ja.
Escrito por Hiro Nakamura a las 12:25 a. m. 0 han subido al balcón
domingo, marzo 11, 2007
Sobre el Happy -o- Meter
"La mañana de ese día, prosigue Cassot, intenté un tratamiento de chok (sic) con el paciente, pero no se creyó el cuento de que su famosa maquinita no existía y de que todo era una alucinación. Debí sedarlo".
Escrito por Hiro Nakamura a las 8:07 p. m. 0 han subido al balcón
jueves, marzo 08, 2007
Vincerò
"Nessun dorma! Nessun dorma!
Tu pure, o Principessa,
Nella tua fredda stanza
guardi le stelle,
Che tremano d'amore
e di speranza!"
Estoy rabioso en contra de lo que pudo haber sido, del Gojira del que hablé alguna vez, y que se representa claramente en este blog, que de ser una vitrina de mi visión (limitada, egoista y autosuficiente) acerca del mundo, se ha transformado en el resumidero de pensamientos sobre lo que me pasa y que siempre, siempre, termina siendo una lata absoluta.
Y es "lo-que-pudo-haber-sido" una de las bases de la enfermedad que me tiene por las cuerdas ahora, esa "Lomismitis", la inflamación de lo mismo. Porque tuve la oportunidad de cambiarlo todo, y no se dió, no pudo ser.
Y lo peor de esto es que "lo-que-pudo-haber-sido" pasa también por la opción de hacer lo que tengo que hacer, de estar en el lugar en donde debo estar, de seguir siendo coherente. Madurez que le llaman, pero que para mí tiene más olor a superviviencia en el territorio conocido (como un buen mujaidin), que la insoportable responsabilidad de saber que ya pasó un rato suficiente como para hacer algo bueno con tu vida.
"Ma il mio mistero è chiuso in me,
Il nome mio nessun saprà!
No, no, sulla tua bocca lo dirò,
Quando la luce splenderà!
Ed il mio bacio scioglierà.
Il silenzio che ti fa mio!"
Pero ¿sabis?, en el fondo siempre tendré la sensación de que estamos marcados por una inmensa y permanente incerteza, de un temor casi ancestral que nuestros antepasados trataron de eliminar, pero que no les fue dado. Vivimos en medio de dolores inconmensurables, en donde los más aptos pueden sobrevivir, en donde no nos queda más que soportar, aguantar, esperar que todo esto mejore de alguna manera.
Hay quienes tienen un nato sentido de la sobrevivencia, y que además pueden mirar el mundo con un prisma algo optimista. Ya nada de eso me queda, sorry. Pero tal como lo dije alguna vez, sigo acá, dándole a la macana de pegarle a algo bueno y que la brisa nos besará con amabilidad.
"Il nome suo nessun saprà!
E noi dovrem ahimè morir, morir!
Dilegua o notte!
Tramontate, stelle!
Tramontate, stelle!
All' alba vincerò!
Vincerò! Vincerò!"
*Los monos son del gran Hokusai; gracias a todos por ayudarme en esta época oscura. Pronto habrá nuevas y buenas noticias para todos. Lisa Hayes, espero verte pronto.
Escrito por Hiro Nakamura a las 12:01 a. m. 1 han subido al balcón
sábado, febrero 17, 2007
Mi vida como drogadicto
La Oxitocina es una molécula generada de forma natural por el hipotálamo en la base del cerebro que regula varios procesos fisiológicos como las emociones.
Escrito por Hiro Nakamura a las 5:31 p. m. 2 han subido al balcón
domingo, enero 21, 2007
Epifanías y el vacío que queda
A estas alturas ya ella se ha ido, y por supuesto la epifanìa desapareció. Y tal como le digo a mi amigo Tito, ahora que me siento como Harvey Peckar, con trabajo simple y bien remunerado y con el tiempo para hacer lo que me gusta, sólo me queda el hoyo negro y profundo acá adentro, ese mismo que nadie entiende porque no lo ven.
Escrito por Hiro Nakamura a las 7:34 p. m. 3 han subido al balcón