sábado, julio 01, 2006

Sobre mi amor por Lisa Hayes (Amores Virtuales 1)

¿Era el 86? Pero si recuerdo que era verano. El mundo ni pensaba en acabar con el Muro de Berlín, en Chile ni pensábamos en la vuelta a la democracia y en Conce ni pensábamos tener más que dos canales, el 4 y el 5 (el 7 y el 13 de Santiago).

Con mi hermano que nos sentamos a la mesa un buen mediodía, nuestra madre que nos planta el suculento plato y en la tele (Canal 5) comienza una música que me acompañaría hasta el dia de hoy.

Nacido como un recocido de una exitosa serie japonesa (la saga Macross), Robotech desembarcó en Chile sin ruido, sin marketing, sin mayores pretenciones que salvarle la plata a los ejecutivos del canal católico, con tal de subsanar un hoyo en la programación de los mediodías. Que fantástica idea y pa' mejor la daban dos veces al día.

Las aventuras de Rick Hunter, de los Gerwalk y Walkiries, los Centraedi hablando en duplex y, especialmente el trío de Hunter, la babosa de Lynn Minmei y la exquisita Lisa Hayes, se convirtieron rápidamente en un obligado tema de conversación en el colegio, en el barrio y en casa. Y es que pocas veces un producto dirigido a niños tenía la extraña cualidad de ser tan complejo.

Esa misma complejidad de la trama le daba un volumen especial a los personajes más importantes, dejando de lado el típico esquema del bueno, la niña y el malo, en donde las explosiones suplían la falta de profundidad. Acá no, si eliminas las batallas (que igual son excitantes) igual queda una historia de tecnologías alienígenas, traiciones y desconfianzas basadas en puro prejuicio.

Quizá por eso fue que me enamoré de Lisa Hayes. Ella estaba en medio de todo el conflicto, en medio de la posible destrucción del mundo entero, en medio de un triángulo en donde sí me sentí identificado, porque era una "perna", enamorada de un héroe y que tenía como contrincante a la clásica "ganadora".

Era un pendex ni tan pendex y me había enamorado perdidamente de una mujer inexistente. Que vaina. Era ella una de las oficiales principales del SDF1 (en una época en donde las mujeres ni soñaban con un uniforme), una hija con ene rollos con su viejo (oficial también) y una de las mujeres más calladas, honradas y adorables que he visto en una serie de televisión.

Nada que ver ni con las neuróticas de Friends, ni con las histéricas de Sex and the City. Una mina que hacía bien su trabajo, que era jugada a morir y que se aguantaba un amor no correspondido.
Todavía la quiero a ella.

2 Comments:

Ilustre hijo de la maestranza San Eugenio said...

...en fin una mujer que no puede ser mujer uffff que frustrante.
Alejandro Dolina destacado cronista argentino menciona a un personaje que prefería enamorarse en silencio. Verlas, seguir sus pasos, imaginarse vidas con ella, pero sin ellas. El personaje sostenia que era mejor así, según su sabia experiencia y criterio estas cambiaban al momento de sostener un encuentro formal y presencial.
Sabio el personaje preferia amarlas y adorarlas a la distancia.

Liza said...

Lisa hayes....... cuantos veranos me acompañó. ...??? Ya perdí la cuenta pero algo muy de ella se ha quedado contigo y es que la feminidad no tiene que ver con la fragilidad .... que forma de hablar tan suave su manera de moverse etérea pero decidida en su puesto y sin miedo ante el enemigo. ....
De ahí acuñe una frase..... hay que hacerlo a lo lisa hayes.... osea perfecto y sencillo